La flexibilidad se debe entrenar porque se va deteriorando drásticamente con el paso del tiempo, y su carencia en la tercera edad (o incluso antes, en personas sedentarias) conlleva el desarrollo de limitaciones reales para llevar a cabo una vida normal. Pensemos que la flexibilidad de los músculos nos permite, entre otras cosas, agacharnos para ponernos el calzado o mantener los músculos ágiles y sin acortamiento de las fibras..Trabajar la flexibilidad en tu día a día e incorporarla a tus rutinas de entrenamiento. mejorará tu rendimiento en el ejercicio además de cuidar tu salud a largo plazo. La flexibilidad en Pilates se trabaja de muchas maneras, e incluso existen adaptaciones en los ejercicios para ir progresando poco a poco hasta lograr la extensión muscular a los niveles necesarios..
Al enfatizar en la respiración adecuada , corregir la alineación de la columna vertebral y la pelvis, y concentrarte en un movimiento suave y fluido, te sintonizas con tu cuerpo, aprendiendo a controlar su movimiento. En Pilates prima la calidad sobre la cantidad de movimientos.La respiración adecuada es esencial y te ayuda a realizar los movimientos con la máxima potencia y eficiencia. Por último, pero no menos importante, aprender a respirar te ayuda a reducir el estrés.El pilates te propone ejercicios que se adaptarán a tu condición física, siempre vigilando la respiración y llegando a una concentración para tú poder llegar a controlar tu cuerpo y tu mente. Esto hace que seas capaz de extrapolarlo a tu vida diaria y puedas controlar situaciones que te generan ansiedad.
Pilates trabaja la fuerza de tu cuerpo sin exceso de volumen, creando un cuerpo elegante y tonificado con muslos delgados y abdomen plano (y … ¿quién no quiere esto? )Los entrenamientos convencionales soportan peso y tienden a formar músculos cortos y voluminosos, el tipo más propenso a lesiones. Pilates te alarga y fortalece, mejorando la elasticidad muscular y la movilidad articular